En una elección que captó la atención mundial, Donald Trump obtuvo una sorpresiva victoria en la presidencia de Estados Unidos. Este resultado tiene implicaciones importantes para la comunidad hispana en Estados Unidos, así como para México y ciudades fronterizas como Mexicali. Su triunfo, inesperado para muchos expertos, responde a factores clave que definieron la dinámica electoral de este año. A continuación, exploramos las razones de su éxito y lo que podría significar para nuestra región fronteriza.
Claves del triunfo de Trump: economía y seguridad
Uno de los factores clave en la victoria de Trump fue su enfoque en la economía. Durante su campaña, prometió fortalecer el sector industrial de Estados Unidos, promoviendo políticas de manufactura y generación de empleos que, según él, serían "devueltos" a los estadounidenses. Este mensaje resonó especialmente en estados industriales y del medio del país, los cuales fueron clave para su victoria, donde muchos sienten que su calidad de vida ha disminuido en las últimas décadas.
Además, Trump se centró en temas de seguridad y migración, subrayando la necesidad de "controlar" la frontera y frenar el tráfico de drogas, promesas que se alinean con la visión de muchos votantes que priorizan la seguridad nacional. Su postura en temas de inmigración, aunque polémica, sigue teniendo apoyo entre ciertos sectores de la población, quienes ven en él un líder que "protege los intereses nacionales."
Factores económicos: ¿Por qué los demócratas no lograron convencer?
Uno de los puntos clave que inclinó a muchos votantes hacia Donald Trump fue la percepción de que su administración podría manejar mejor la economía, especialmente en temas como la inflación y los precios de bienes básicos. La economía de Estados Unidos ha enfrentado fuertes presiones inflacionarias, afectando directamente a los ciudadanos en gastos críticos como vivienda, gasolina y alimentos básicos. Esta situación contrastó con la época en que Trump fue presidente, cuando los precios eran más bajos en varios de estos rubros.
Por ejemplo, según datos de la Administración de Información Energética de Estados Unidos, el precio promedio de la gasolina en California fue más bajo y estable durante la presidencia de Trump. En ese periodo, el precio de la gasolina en California se mantuvo en promedio en $3.36 dólares por galón. Sin embargo, durante la presidencia de Joe Biden, el precio promedio aumentó a $4.78 dólares por galón, llegando en ocasiones a superar los $6 dólares. Este incremento en los precios de gasolina ha generado aumentos en otros productos y servicios esenciales.
Mientras tanto, gran parte del país ha visto un fuerte aumento en el costo de la vivienda, con muchos estadounidenses enfrentando rentas y pagos de hipoteca cada vez más altos. Según datos de la Asociación de Agentes Inmobiliarios de California (CAR), el precio medio de una vivienda en California pasó de aproximadamente $585,000 a principios de 2020 a más de $800,000 a mediados de 2022, un aumento de casi 40% en solo dos años. Esto ha vuelto las rentas inalcanzables para muchos y ha hecho que el sueño de tener casa propia se sienta cada vez más lejano.
Los demócratas no lograron convencer a los votantes de que tenían propuestas claras y efectivas para abordar estos problemas. Aunque ofrecieron algunas políticas de alivio económico, muchos ciudadanos sintieron que sus propuestas carecían de fuerza o no atacaban de fondo la inflación. Los votantes optaron por Trump al verlo como un líder más enfocado en una economía de crecimiento rápido y medidas de desregulación que, a su juicio, pueden ayudar a aliviar la carga económica en tiempos de crisis.
Este descontento económico fue un punto clave en los resultados de las elecciones, pues dejó a muchos votantes cuestionando si un retorno a las políticas de Trump podría traer estabilidad y mejores condiciones en el costo de vida.
Apoyo entre hispanos y mexicanos americanos
A pesar de sus comentarios controvertidos, Trump consiguió un respaldo considerable entre votantes hispanos. Según datos de las encuestas a boca de urna de NBC News, Trump obtuvo el 45% del voto latino a nivel nacional, frente al 53% que apoyó a Kamala Harris. Este apoyo representa un cambio significativo en comparación con las elecciones de hace cuatro años, cuando Trump recibió solo el 32% del voto latino frente al 65% de Joe Biden. Esta tendencia refleja la diversidad de intereses dentro de la comunidad hispana en Estados Unidos, donde ciertos sectores, en especial aquellos con visiones conservadoras o quienes valoran sus políticas económicas, encontraron razones para respaldarlo.
Dentro de los mexicanos americanos, se observó una división similar. Algunos votantes mexicanos estadounidenses consideran que las políticas económicas de Trump favorecen sus intereses y creen que su enfoque en el orden y la seguridad es fundamental. Sin embargo, otros sectores se muestran preocupados por su retórica en temas migratorios y su tendencia a utilizar un lenguaje divisivo.
¿Qué significa esto para México y Mexicali?
La victoria de Trump podría traer implicaciones importantes para México y Mexicali, especialmente en comercio, migración y seguridad fronteriza. Con su regreso a la Casa Blanca, es probable que adopte una postura más rígida en acuerdos comerciales, lo cual podría generar incertidumbre en sectores clave de la economía mexicana que dependen del mercado estadounidense, como la manufactura y el sector automotriz. Además, Trump podría retomar su agenda de reforzar la frontera y aplicar restricciones migratorias más estrictas, afectando el flujo diario en zonas fronterizas como Mexicali.
Sus políticas migratorias también podrían traducirse en un aumento significativo de recursos en la frontera, como ocurrió en su primer mandato. Este incremento en seguridad fronteriza, en un escenario ideal, podría aliviar las largas filas y reducir los tiempos de espera, beneficiando a residentes y comerciantes de ambos lados que dependen de un cruce ágil para sus actividades diarias.
Sin embargo, otra consecuencia potencial es el fortalecimiento de la política de “Permanecer en México” para solicitantes de asilo. Esto podría llevar a una acumulación de migrantes en Mexicali, principalmente de Centro y Sudamérica, quienes tendrían que esperar indefinidamente en la ciudad mientras sus casos son procesados. Esta situación ya se vivió en la administración anterior y, de retomarse, podría representar presiones en términos de recursos, seguridad y atención social.
La pregunta es si Mexicali y sus autoridades están preparadas para adaptarse a estos retos y aprovechar las oportunidades. ¿Podrá la ciudad soportar otra oleada de migrantes y beneficiarse de un aumento en recursos fronterizos, o es necesario anticipar y gestionar estos desafíos desde ahora?